Tiene que saber que con independencia del ámbito en el que se haya producido el accidente, existe un baremo que define de forma clara cual tiene que ser el importe que tendrá que recibir por los días de baja que haya tenido y también por las secuelas existentes. Este baremo es de obligada aplicación para determinar las indemnizaciones que se dan a lesionados por accidentes de tráfico, pero también se aplica en la práctica totalidad de casos para concretar la que tienen que recibir lesionados por otras causas como, por ejemplo, accidentes de trabajo, accidentes marítimos, accidentes en ferias, piscinas, parques, etc.

Podríamos ahora hablar de qué tipos de días de baja pueden existir o cómo se determinan las secuelas, o qué factores de corrección son aplicables. Existen numerosos blogs que lo explican y el grado de tecnicismo de la ley y la innecesariedad de conocer lo que seguramente nunca le será de aplicación, creo que lo hace desaconsejable.

Sí tiene que saber que, aplicando el sentido común, todo aquel gasto que derive de un accidente, es decir, el que sin el accidente no se hubiera nunca producido, puede y tiene que ser objeto de reclamación, pero habrá que disponer de una prueba clara y documentada del pago de aquel importe y si es un gasto futuro, tendremos que disponer de un presupuesto que lo cuantifique.

Y en relación a sus daños personales, tiene que saber que tendrá que determinarlos a través de un médico, y dado que la compañía contraria dispondrá de su propio profesional que desde un primer momento lo irá visitando para informar sobre cómo se encuentra Usted y cuál es la previsión de los días de baja y qué secuelas se producirán, en muchos casos, sobre todo cuando las secuelas son muy importantes, será aconsejable también contratar un médico especialista en la valoración del daño corporal para que lo visite las veces que sea necesario, analice toda la documentación y las pruebas médicas, y haga un dictamen donde concluya qué consecuencias se derivan del accidente, siendo el contenido de este informe el que se tendrá que defender y reclamar.

Por tanto, nos atreveríamos a decir que tan o más importante que el abogado es el médico que en determinados casos será aconsejable contratar, pues es el que permitirá aumentar la indemnización o evitar su disminución.

Tiene que saber también que no tan sólo se tiene que considerar perjudicado quién es víctima directo del accidente y sufre las lesiones, sino que también en concretos supuestos lo son sus familiares que ven condicionado su día a día para tener que asistir y ayudar en el proceso de recuperación, además de los aquellos accidentes en los se pueda haber producido el peor y fatal desenlace.

Finalmente decir que, en relación a la fiscalidad de la indemnización por accidente de tráfico, está exenta de tributar, debiendo significar que si esta indemnización se ha conseguido a través de un acuerdo amistoso o extrajudicial no se tendrán que pagar impuestos si la cuantía recibida no excede de la legalmente establecida en el Baremo de Accidentes de tráfico, como será en la práctica totalidad de los supuestos, teniendo que tributar por la diferencia si es superior. Y si es establecida por parte de un Juez, no tributará ninguna cantidad, sea cual sea su importe, pues estas cuantías no dejan de ser consecuencia del resarcimiento de un daño previo, y no suponen ningún enriquecimiento por el perjudicado sino una justa compensación.

Sí que tenemos que tener en cuenta que la indemnización por el accidente que se sustituya por una renta vitalicia o por una renta temporal, tributará como rendimiento del trabajo y que la cantidad que se obtenga en concepto de intereses de demora sí que tributará.

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