Separación emocional
Abogado y Psicólogo. ¿Ahora o cuándo?
A pesar de saber que cuesta asumir este momento cuando llega, a pesar de saber que las implicaciones emocionales conllevan a negar lo que es evidente para todos, y a pesar que desearía no vivir nunca esta situación, llega un punto en el que la realidad tendría que ayudar a concluir que no tiene ningún sentido continuar manteniendo una relación en la que no hay proyecto común, en la que no se comparten ilusiones, en la que cada cual espera que se produzcan espacios y momentos de una buscada soledad donde desaparecen tensiones o conflictividades provocadas por tener que estar junto a una pareja que en nada se parece a quién en su día nos lo aportaba todo y hacía inimaginable que un día le pudiéramos decir ... basta.
Cómo todos los seres, experimentamos diferentes sensaciones en función de las variadas circunstancias que nos afectan diariamente, y podemos permanecer cierto tiempo en un estado de evidente satisfacción, de continua rutina o de clara angustia y afectación.
En este último supuesto es cuando nos planteamos o nos plantean la opción de poner fin a una relación que tan solo aporta aburrimiento, tedio o claras consecuencias negativas, existiendo muchas veces un freno derivado de un injusto sentimiento de culpabilidad por el fracaso de un proyecto vital que, aunque no tenga que ser de la persona que lo vive, existe.
La separación empieza a tomar forma y la afectación empieza a incidir hasta el punto de limitar a la persona en todos sus ámbitos de actuación, sin saber dar la adecuada respuesta para resolver lo más rápidamente posible esta situación, obviando que quizás la otra parte ya hace tiempo que se ha preparado y lleva mucha ventaja con el objetivo de optimizar las consecuencias que necesariamente se tienen que derivar de esta ruptura, en lo que hace referencia a los hijos, pero también en lo que hace referencia a la pareja, tanto en las cuestiones personales cuanto más específicamente en las materiales y económicas.
El consejo que podemos dar ante todo el que tiene que suceder, es de aplicación sencilla pero de consecuencias extraordinariamente positivas.
Si quien está leyendo estas líneas se encuentra que en breve tendrá que afrontar una separación, bien sea por propia iniciativa o impuesta por su pareja, aunque no la tenga del todo interiorizada, es importante contar con un apoyo psicológico y también con un apoyo jurídico, siendo necesaria muchas veces su coexistencia.
Creemos importante la ayuda de psicólogo en aquellos casos en los que la inminente separación nos afecta ostensiblemente, y las manifestaciones, actitudes o comportamientos de la pareja inciden de forma importante en la libertad individual de quien vive inmerso en este proceso.
En toda separación acostumbra a existir una prevalencia emocional de uno sobre el otro, fruto de muchos años de haberla instaurado, o por otras circunstancias que son por él aprovechadas, y con la ayuda psicológica se trata de reequilibrar esta injusta ventaja, contando con un profesional que permita recuperar la seguridad y autoestima necesaria para no dejar de luchar por los derechos que os corresponden.
Junto con él, es también muy importante la figura del abogado o asesor jurídico para resolver todas aquellas cuestiones, que son muchas, que planean sobre las personas y que muchas veces condicionan y coartan sus decisiones por desconocimiento de sus derechos o por un conocimiento equivocado de lo que pueden llegar a conseguir o a perder en un proceso de separación.
Informarse cuesta poco. Poder decidir con libertad, poder decidir a sabiendas de que nos puede deparar a todo los niveles el día siguiente, es de una importante ayuda que hay que aprovechar. Hablar con un Abogado no tiene que implicar nada más que una exclusiva voluntad de hacer lo que es correcto y saber lo que nos corresponde y lo que no.
Si habéis hecho un clic al ver el contenido del titular de este escrito es que lo que se dice puede tener un interés personal para vosotras; si dudáis en alguna cuestión o no tenéis ningún tipo de información sobre cuáles pueden ser las consecuencias que se pueden derivar de la separación; si no estáis de acuerdo o convencidas con todo aquello que os pueden estar explicando; si simplemente, por el solo hecho de saber, por el solo hecho de conocer, por qué es vuestro derecho y estamos hablando de vuestro futuro, necesitáis hablar, no dejáis pasar más tiempo.
Una separación precisa creer que habrá un mañana mejor. Hay que estar convencidos que será así. Para conseguirlo hay que caminar en la dirección que os permitirá lograr este objetivo. Un paso pequeño pero necesario, será este. El Abogado os permitirá saber dónde y cómo ir allá donde se quiere. El psicólogo, como hacerlo con la mínima afectación.
No deis más ventaja a quien quizás ya hace tiempo que ha tomado la decisión. No dejéis de decidir, sabiendo y conociendo vuestros derechos. Tan solo podéis ganar. Ganar en confianza. Ganar en convicción. Ganar en seguridad.
Creemos modestamente que esta es la mejor manera de empezar a superar la separación.
Xavier Bonet
Bonet Advocat
Abogados Girona