Elegir un abogado. Luces y sombras
¿Cómo decidir? ¿De donde debería ser? ¿Por qué nosotros?
CÓMO DECIDIR QUÉ ABOGADO NOS DEFENDERÁ MEJOR
Cuando existe la necesidad de buscar un abogado para resolver un problema que se ha producido o bien, de forma preventiva, para obtener un asesoramiento que nos evite más adelante cualquier conflicto, habitualmente recurrimos al que conocemos; al que nos recomiendan terceros de confianza; o al que descubrimos en las redes o buscadores de internet.
Todas las opciones son buenas, especialmente las dos primeras, pero respecto de la tercera, y no dejo de incluirme, es recomendable la máxima prudencia y rigor, pues no son pocas las ocasiones en las que el cliente se ha arrepentido por no haber obtenido el resultado buscado y para tener la sensación o la seguridad que se podría haber hecho más por su caso, habiendo podido contribuir el profesional contratado de forma importante y negativa con el desenlace final.
Es evidente que cuando se precisa de un abogado es por qué existen intereses personales y/o económicos muy importantes, y el resultado final que se obtenga puede representar un gran alivio y satisfacción o unas graves e irreparables consecuencias.
Si se encuentra en el primero de los casos y ha sido recomendado por alguien, lo primero que le tengo que decir es que no todos los casos son iguales y que no en todos, el profesional ha sido decisivo para la obtención del resultado conseguido. Me pongo de ejemplo para que no se entienda que cuestiono a nadie, y tengo que decir que, en determinados supuestos, que tampoco tienen por qué haber sido minoritarios, ante la claridad de la razón del cliente y la sencillez del caso, mi intervención puede haber sido más formal que no prioritaria o imprescindible para la consecución del objetivo.
Sobre la busca online, ésta presenta muchas más dificultades e incidencias, y podríamos decir que puede ser considerada como una lotería, pues no todos los profesionales dan la respuesta que les es obligada en el momento de indicar cuáles son las posibilidades que tiene el caso que analizan; no todos se implican con el problema del cliente y lo priorizan por delante de intereses mercantiles propios; no todos informan del coste económico total que deriva de su actuación y del que puede llegar a originarse como consecuencia de perder la reclamación o la defensa del caso; y no todos explicarán qué pueden ofrecer que justifique los honorarios que han conseguido que un cliente les pague. Sigue sorprendiendo cómo, a veces, continúan llegando informaciones referidas al hecho que un profesional ha llegado a percibir unos honorarios cinco veces superiores a los que la gran mayoría llegaría a facturar, sin que además se trate de ningún Abogado de especial referencia que lo justifique, estando como mucho al mismo nivel que podemos estar el resto, si bien este acto lo sitúa claramente muy por debajo.
A menudo se recomienda que busque de un abogado, que reúna determinados requisitos como la empatía, la especialización, la confianza, la proximidad o ubicación, la información, los honorarios, las referencias, ...
Estamos absolutamente de acuerdo, pero es obvio que la mayor parte de estos atributos no los descubriremos, si se dan, hasta mucho más adelante, aunque una primera visita permite muchas veces llegar a formarse una opinión que el tiempo consolida o desvirtúa.
Tiene que huir sobre todo de las falsas promesas, como que su caso está ganado, o que obtendrá el mejor resultado o la máxima indemnización. Siempre digo que cuando alguien realiza afirmaciones tan contundentes tendría que estar dispuesto a poner por escrito lo que asegura de palabra, y asumir las consecuencias de no obtener el resultado prometido. Si pide este escrito, no encontrará a nadie que lo suscriba. Me estoy refiriendo a aquella minoría, demasiado amplia, de profesionales que no tienen ningún escrúpulo para inducir a un cliente a contratarlo asegurando simplemente lo que sabe que éste quiere escuchar con el sólo propósito de conseguir el caso y la factura que deriva del mismo. No hablo por el resto, que será la mayoría.
El consejo es pues explorar, averiguar y conocer, para posteriormente decidir. De aquí que es del todo recomendable consultar dos o tres profesionales como mínimo, pues no volverá a tener nuevas posibilidades para defender lo que es suyo y obtener lo que justamente le corresponde. La justicia no acostumbra a dar segundas oportunidades.
¿DE DONDE DEBERÍA SER? DE GIRONA, FIGUERES, OLOT,... ¿REALMENTE IMPORTA?
La proximidad es un factor importante en el momento de buscar un abogado porque creemos que el que tenemos más cerca puede provocar un contacto más fluido y frecuente, descartando de esta forma opciones más lejanas sin quizás reparar en el hecho que con las nuevas tecnologías y medios de comunicación, actualmente muchas cuestiones se resuelven por vía de correo electrónico o con llamadas que miramos de atender con la máxima inmediatez, o que de hecho, el despacho que podría ser una alternativa al de proximidad se encuentra tan sólo a 20 o 30 minutos de nuestro domicilio, distancia que igualmente puede ser recorrida por el profesional que contrate pues, en determinadas ocasiones, las reuniones se producen en el propio domicilio de la persona o, en su caso, en su empresa.
Este elemento deja ser, en consecuencia, en territorios próximos entre sí, como pueden ser la totalidad de las comarcas de Girona, un inconveniente o factor decisivo para elegir su Abogado.
De hecho, a nosotros nos complace más decir que tenemos clientes, además de en Girona donde está radicado nuestro despacho, de lugares como Cassà de la Selva, Figueres, Cadaqués, Palafrugell, Palamós, Olot, La Vall d'en Bas, Blandas, Banyoles, Serinyà, Ripoll, Camprodon, ... que no otros lugares mucho más lejanos donde igualmente ejercemos y vamos, pero sin que nos otorgue más notoriedad, pues confesamos ser un despacho pequeño que intenta dar grandes soluciones. Allá donde se encuentra, tenga la seguridad llegaremos cuando haga falta y cuando sea necesario y resolveremos su problema con la misma efectividad como si nos encontráramos a su lado.
¿POR QUÉ NOSOTROS?
No somos diferentes a otros muchos profesionales. Ni tampoco mejores que muchos de ellos. Entonces, ¿por qué nos tendría que escoger?
Creemos que podemos ser el despacho de abogados que está buscando porque nos preocupamos de lo que es suyo. Sabemos que un profesional, sin implicación, sin entender sus inquietudes, sin valorar lo que está en juego, no lo hará bien.
Nuestro trato con el cliente se basa en la confianza, el compromiso, la asistencia continua, el respeto y la transparencia y todo para conseguir la máxima eficiencia bajo el principio de la honestidad y con una obligada e incuestionable profesionalidad.
Ofrecemos la máxima implicación con el mínimo coste. Para la mayoría de las personas, lo que menos importa es si su abogado trabaja a una empresa grande o más pequeña. Pero sí que en cualquier de los dos casos, quiere que su caso reciba la mejor atención posible. Si lo que Usted quiere es un gran espacio de oficinas con grandes salas de juntas y muchas personas que no se sabe qué hacen, no somos su despacho. Si lo que quiere es que lo escuchen, lo aconsejen, lo defiendan y se obtenga el mejor resultado al mínimo coste, no dude que somos los abogados que está buscando.
En una empresa grande pasará desapercibido, pero pagará como nadie. En nuestro despacho, por pequeño que sea su caso, para nosotros es lo más importante, y no tendrá que hacer frente a los costes de mantenimiento de toda una estructura que Usted no aprovechará.
Nos preocupamos por los clientes. Cuando es necesario contratar los servicios de un abogado es que algo no va bien. Este problema provoca dolores de cabeza, angustias y sufrimientos. No somos una empresa de servicios donde el cliente es un número más en la estadística anual del despacho. Tratamos con personas y, en consecuencia, empatizamos con su problema y hacemos todo lo que es posible cómo si se tratara de nuestro caso, de nuestro problema, de nuestra necesidad.
Damos continúa información de su caso. A menudo nos vienen a ver clientes que no tienen ninguna documentación del trabajo que otros profesionales han hecho o que no han participado de ninguna forma en la toma de decisiones de su caso o no han sido informados.
Con nosotros el cliente pasa a ser desde el primer día nuestra prioridad, y nuestra filosofía es mantenerlo constantemente informado de la evolución de su caso, haciéndolo partícipe en todo momento de las decisiones que tan sólo él tiene derecho a tomar.
Intentamos ser rápidos en la respuesta. Cuando se plantea una duda o la necesidad de una reunión, el tiempo de demora tan sólo es un perjuicio añadido para el cliente. Nosotros conseguimos dar la respuesta más inmediata a todas las llamadas o comunicaciones que el cliente pueda realizar y concertamos reuniones lo más pronto posible para resolver con celeridad las dudas que pueden ir surgiendo.
Evaluamos con la máxima honestidad el riesgo. El problema del cliente no es un juego. Tampoco es un negocio del abogado. Existe un riesgo tanto personal como económico para el cliente. Cualquier acción puede implicar unas consecuencias que no pueden ser ocultadas u omitidas. Antes de aceptar la defensa de su caso, nos aseguramos que los clientes entiendan todos los beneficios que pueden tener y todos los riesgos que pueden derivar de la situación que se plantea, con el fin de que tenga la máxima información para que pueda decidir de forma convencida sobre lo que le conviene.
Cobramos por el que hacemos. El cliente necesita excelentes servicios legales a precios razonables y conocidos desde un primer momento. Nosotros nos centramos en la obtención de los mejores resultados y buscamos que, sí es posible, pague la otra parte, en lugar de perseguir la máxima facturación, que en ningún caso tiene que ir más allá del trabajo efectivamente realizado.
Evidentemente, no tenemos la exclusividad de ninguno de estos principios. Somos simplemente una opción más de la que Usted podrá libremente disponer. Venga a vernos como uno más de aquellos despachos a los que tiene que confiar lo que es suyo. Tanto si nos elige a nosotros cómo si lo hace con otro, le agradeceremos la confianza depositada, y si desea que seamos sus Abogados a partir de aquel momento sepa que su problema dejará de ser sólo suyo. Nos haremos cargo del mismo cómo si fuera nuestro. Encontraremos la mejor solución. Lucharemos para conseguir el mejor resultado.
Xavier Bonet
Bonet Advocat
Abogado de Girona